El sonido es una vibración que se propaga en un medio material, como el agua o el aire.
Generalmente los humanos lo percibimos cuando se propaga a través del aire a una velocidad de 343 metros por segundo, cubriendo un kilómetro cada tres segundos, aproximadamente.
Todos los seres vivos suenan, incluyendo las plantas; el hecho de que no puedas oírlos no significa que no vibren. Una razón por la cual no puedes escuchar todos los sonidos es por el límite del espectro audible; ; la otra razón es que el sonido necesita ser emitido con energía suficiente para que pueda ser percibido por nuestro oído.
El sonido se propaga a través del aire o de un medio elástico como el agua. La energía del sonido viaja a través de ondas de sonido, existen dos tipos de ondas, las transversales y las longitudinales. Las ondas de sonido viajan en todas las direcciones, como cuando tiras una piedra en una tina de agua y las ondas en el agua se propagan en todas las direcciones.
Cuando el sonido se propaga y choca contra una superficie sólida, rebota y lo que escuchas cuando las ondas regresan es lo que forma el eco.
El tiempo que pasa desde que se produce el sonido y se escucha el eco, es el tiempo que le toma al sonido ese viaje de ida y vuelta, desde su fuente, hacia el sólido que lo rebota y de regreso a tu oído. Cuando el sonido choca con las superficies pierde energía, de manera similar a una pelota que rebota en la pared, por eso cuando escuchas la repetición del eco tiene menor volumen.
La velocidad de propagación del sonido está determinada por el medio en el que se transmite el sonido.
La amplitud del sonido, es el movimiento de las moléculas de aire en la onda, que corresponde a la intensidad y compresión que la acompañan, entre mayor es la amplitud de la onda, las moléculas golpean con mayor intensidad el tímpano y más fuerte es el sonido que percibes; entre más amplitud presente un sonido dentro de nuestro espectro audible, lo recibiremos con más fuerza; así se explica que un tipo de bocina tenga el nombre de, amplificador.
Una de las razones por las que puedes distinguir y diferenciar los miles de sonidos que te bombardean todos los días es el timbre. Este elemento es de vital importancia para nuestra supervivencia. El timbre ayuda a determinar en el cerebro qué o quién es la fuente del sonido. Por ejemplo, si escuchas la voz de tu amigo Juan, el timbre es lo que te hace distinguir su voz de entre las voces de todas las personas que conoces.
Los transductores convierten un tipo de energía en otro, por ejemplo los micrófonos son transductores electroacústicos que convierten energía acústica en energía eléctrica, es decir, en variaciones de voltaje.
Las bocinas o altavoces también son transductores electroacústicos que realizan el mismo proceso que los micrófonos, pero invertido, las bocinas transforman la corriente eléctrica en vibraciones sonoras.